La auto-exigencia surge de la sensación de insuficiencia frente a la idea de alcanzar la perfección. Esto lleva a controlar el entorno compulsivamente para lograr eso que creemos perfecto.
Pero querer controlar todo, sólo trae frustración.
Recuerda que el control es una ilusión que condiciona. Genera rigidez y resistencia al cambio.
Permítete ser imperfecto, entiende que equivocarte es una parte necesaria de la vida.
Y no olvides que maltratarte por no lograrlo, sólo te hará sentir limitadx.
¿Eres demasiado exigente contigo mismo?
Señales para descubrirlo:
Necesito ser la/el mejor en todo lo que hago
No puedo cometer errores
Me critico mucho
Me siento culpable cuando cometo algún error
Prefiero hacer las cosas yo misma/o, no confío en cómo puedan hacerlo los demás. Me cuesta delegar
Necesito tenerlo todo controlado
No puedo decir que no
La autoexigencia es la característica que presenta una persona cuando se exige demasiado a sí misma.
A nivel emocional la auto-exigencia puede generar depresión, ansiedad y agotamiento psicológico.
A nivel social se hace difícil decir que no porque nos ubicamos frente a la necesidad de ser valoradx y validadx, temiendo decepcionar a los demás.
Si te conectas con tu desarrollo o superación personal, buscando lograr objetivos –alcanzables- y reconociendo tus límites, la autoexigencia se convierte en una cualidad positiva que te traerá bienestar.
¿Cómo bajar la autoexigencia?
Lo más importante a tener en cuenta es que lograr ser menos autoexigente depende de ti, necesitarás estar dispuesto a hacer algunos cambios tanto en tu rutina como en tu mente.
Para poder ser menos exigente contigo mismx intenta:
Plantear metas alcanzables: Intenta reflexionar sobre cuáles son las metas a las que quieres llegar evaluando si crees que vas a poder alcanzarlas de verdad. La honestidad contigo mismx es el secreto.
Reconoce tus logros: Es importante que te des un respiro, que disfrutes lo que has logrado y que, aunque te marques nuevas metas, te des el espacio para alegrarte por lo que conseguiste.
No te culpes: Si no has conseguido llegar a cumplir esa meta, no te fastidies. Nadie es perfecto ni tú tampoco, por tanto, aprende de los errores y analiza si realmente, ese objetivo era posible de conseguir. En el caso de que creas que sí lo era, simplemente deberás analizar en qué has podido fallar e intentarlo de nuevo.
Recuerda: de los errores se aprende.
Aprende a decir que "NO": Ser conscientes de nuestros límites y de hasta dónde podemos llegar es vital para poder tener una vida feliz y relajada. Por eso, de vez en cuando, es necesario decir que NO
No eres un súper-héroe, por tanto, no actúes como tal.